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sábado, 23 de abril de 2016

Jabón de Glicerina con Miel, Limón, Aloe Vera y Aceite de Oliva Virgen

La receta original la traigo de un Blog fantástico que se llama Cocinando con las Chachas pero claro, tenía que probarla "a mi  manera" aunque no he cambiado demasiado de la receta original, he aquí el resultado:


1- Derrite 150 gr de Glicerina

2- Mezcla en un bol y pasa con la batidora:

100 ml de Aceite de Oliva Virgen
2 cucharadas soperas de miel
40 gr de gel de Aloe Vera, se me ha colado algo de corteza... y ha dejado motas negras.
Ralladura de 1/2 limón

3- Una vez esté derretida la glicerina, mézclalo todo, revuelve y pulveriza unos moldes de silicona con alcohol, vierte la mezcla en ellos y vuelve a pulverizar la superficie con alcohol para eliminar posibles burbujas.

4- Deja enfriar y, opcionalmente, mete los moldes en la nevera. Una vez el jabón esté duro, puedes desmoldarlo.

5- Envuelve los jabones con film, la glicerina al aire puede absorber humedad y ponerse blanda.

No he puesto aroma adicional porque tengo la suerte de disponer de cítricos caseros, así que me ha parecido suficiente con lo aportado con la ralladura de limón y la miel.

La glicerina tiene sus ventajas a la hora de hacer jabón, 2 de ellas son que el color y aroma se conservan y por eso se debe tener mucho cuidado a la hora de usar aceites esenciales. Todos solemos pensar que "lo natural" no hace daño y me temo que no es cierto: SIEMPRE, antes de usar un aceite de este tipo para añadir a nuestros jabones es necesario buscar información sobre él porque la mayoría tiene contraindicaciones que solemos saltarnos en ese "añade aceite esencial al gusto"... y conste que yo peco de sobrada también cuando conozco el tipo de esencia que voy a usar. Por esto me encantan los oleatos aunque mis jabones no se puedan oler a 2 metros. En adelante trataré de ser más cuidadosa con las cantidades de aceite esencial cuando lo use, lo prometo.

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