Hoy toca hablar de oleatos, nombre del resultado de haber macerado en frío o caliente alguna parte de una planta con el fin de conseguir un aceite con algunas de sus propiedades, yo siempre uso Aceite de Oliva Virgen. En la foto, lo que se ve es oleato en frío de lavanda.
Siempre que pienso en oleatos recuerdo la cantidad de veces que, al hablar de maceraciones, me han dado una receta fantástica para el dolor de articulaciones. No es más que ajo y árnica en aceite de oliva. Nunca he discutido lo eficaz que esto pueda llegar a ser, más que nada porque nunca lo he probado. Sólamente de imaginarme el olor que debe tener la mezcla, se me pasa cualquier dolor. A mi parecer hay alternativas tan eficaces y con aromas mucho más atractivos.
Bueno, siguiendo con el tema inicial, un oleato en frío se consigue de la maceración de la planta en bote de vidrio (mejor oscuro y si es transparente procurar ponerlo en un sitio oscuro) durante tres o cuatro semanas agitándolo de vez en cuando. Hay que tener en cuenta que el nivel de aceite puede bajar en casos como cuando usamos la planta seca, si es así solo hay que echar más y siempre tratar de tener un nivel que cubra un centímetro por encima de la planta. Siempre que se macere algo que vaya a ser usado de forma tópica es importante el buscar información sobre ella primero porque un ejemplo que se me ocurre ahora mismo es que la canela, piel de cítrico muy concentrada o mismamente romero pueden resultar irritantes. Para jabones, los oleatos se pueden utilizar en la misma cantidad que el aceite indicado en la receta.
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